REDACCIÓN (SEPAHUA). Los efectivos de la Policía Nacional del Perú en nuestra localidad, tal y como nos informó el Suboficial de Tercera, el señor Hidalgo, tan solo registró un suceso de relevancia durante la madrugada del 1 de enero. Y es que las celebraciones de fin de año, dada la gran cantidad de alcohol que ingieren muchas personas, siempre se suelen registrar peleas e incidentes múltiples. Sin embargo en esta ocasión parece que, salvo pequeños choques, se conservó el orden. La única problemática importante fue un caso de violencia familiar que tuvo que ser atendido por los trabajadores del centro de salud ‘El Rosario’ que estaban de guardia. Los protagonistas del suceso, tanto la víctima como el agresor, se encontraban en estado de ebriedad y el maltratador reconoció su culpa ante los efectivos policiales.
Tras tomar declaración al agresor, al que se localizó gracias a las indicaciones de unos vecinos dado que la víctima había ingerido demasiado alcohol y no lograba explicarse, el fiscal de Atalaya dio orden para que se le pusiera en libertad. De todos modos este caso ya ha sido remitido hasta la capital de la provincia para que se realice la investigación oportuna.
La PNP no registró ninguna denuncia más, si bien el cuerpo de Serenazgo sí que advirtió pequeñas peleas en los lugares de fiesta, como la loza deportiva o la discoteca Palizada, que fueron solucionados en el momento sin que se generase mayor problema.